martes, 25 de septiembre de 2012

Sobre la fecha de San Mateo



Como se suele decir, “la hemos liado parda”. Recién pasadas las fiestas, son horas de valoraciones, que por cierto aprovecho para adelantar que para el próximo fin de semana podrán leer la de un servidor. La conclusión de este año es reabrir el debate sobre las fechas: semana natural versus 20 al 26.
Toda cuestión se puede dividir en formas y fondo.
En cuanto a formas... en una breve pincelada...Logroño a través de su fuero le fue concedida una feria franca. Desde el lejano 1314, que encontramos la primera documentación sobre éstas, a la actualidad se podría dividir en tres partes, en un principio fecha variable, desde 1845 que por el Real Decreto de Isabel II presentando como principales novedades el girar en torno a San Mateo y la inclusión de elementos festivos a la feria, y por último la variación que conocemos desde 1956.
En plena dictadura franquista, como sucedió en otros lugares, se decidió reconvertir las fiestas logroñesas en fiestas de la provincia. Las razones eran de sobra conocidas en aquella época puesta en valor de valores, folclore, promoción turística... y el nombre de San Mateo fue unido por decisión gubernamental al de la vendimia.
El interés del vino está claro, hasta tal punto que vendimos unas ferias que en dos años cumplirían 700 años, pero ¿siempre nos tenemos que estar vendiendo? Hace seis años nos anunciaron que las fiestas cambiaban. Resumiendo hace seis años para potenciar el turismo y los días de fiesta se implantó la semana natural, ahora con bares vacíos por la crisis interesa más que duren menos...
En cuanto al fondo nos encontramos en una crisis. Una crisis que lleva ya 3 años de recortes de subvenciones a asociaciones culturales y festivas. ¿Cómo capean la crisis? Muy sencillo doblando el número de actividades para lograr sobrevivir. En pocos años hemos visto doblarse el número de degustaciones para sobreponerse de los recortes sufridos. ¿Se imaginan concentrar el amplio número de degustaciones en menos días?, no hace falta que describa el resultado fatal que podría darse.
Es decir por un lado tenemos a los empresarios que con calculadora en mano, nos cambiaron unas fiestas porque era más rentable la gente en la calle y los bares, y seis años después, pretenden volver a imponerse porque ahora sus cuentas dan mejor resultado con la ciudad trabajando más días.... y del otro lado una ciudad que le ha gustado el cambio, unas asociaciones que luchan por sobrevivir y unos ciudadanos que si se deciden por irse de vacaciones lo tienen mejor con semana natural.
¿Cuál puede ser la única respuesta?... ¡Viva la semana natural!

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